Por alguna desviación siento más interés por lo que pensarían los antiguos de nosotros que por lo que piensan mis coetáneos de los antiguos. Estoy pensando por ejemplo en una exposición que hay ahora en Barcelona, en el CCCB (Centre de Cultura Contemporánea) sobre el Barroco. Exposición audaz donde las halla porque el barroco, tanto si lo comprendemos como estilo como si lo entendemos como época es un campo de estudio amplísimo y es uno de los bancos de artistas -como quien dijera "banco de peces"- más prodigiosos de la historia de la humanidad. Aunque aún me estoy documentando sobre el evento, que estará instalado hasta finales de febrero de 2011, pienso que tiene visos de propaganda contra el mito hispánico. En breve me referiré a mis impresiones en mi otro blog. La cuestión hoy es qué pensarían los antiguos de nosotros. De nuestra Medicina, por ejemplo.
Esta especie de idea me ha asaltado hoy no porque me interese ese tema tan recurrente en el género de la ciencia-ficción, sino porque me interesa la perspectiva. Y hay más de una perspectiva, según sé. ¿Qué diría Celso, el autor de quien se imprimió el primer libro médico, de los microbios de juguete? Esta mañana he descubierto en internet navegando a la deriva una página donde se venden microbios de peluche. GIANTmicrobes(R) tiene como objeto la reproducción de microbios varios con fines lúdicos y educativos. Cosas veredes.
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