14/3/14

La Biblioteca Cambó (Hospital de Sant Pau)

"L'estructura dels dos cossos laterals és de tres nivells i conté una decoració menys sumptuosa que el cos central, amb grans finestrals envitrallats en el nivell de la planta baixa, finestres geminades al primer pis i trilobulades al segon. En totes dues edificacions, l'extrem que dóna al carrer és més ample que la resta del bloc i al seu interior allotja sales nobles; al costat de llevant hi ha la biblioteca Cambó i a ponent la sala de l'arxiu, uns espais que varen ser malmesos amb un aprofitament «més funcional» durant el segle XX i que actualment s'estan recuperant" (Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Viquipèdia, consultado: 14 de marzo de 2014)





reo que los barceloneses no son plenamente conscientes de la historia del Hospital de Sant Pau, un hospital con 600 años. Leo en su web: "El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau tiene sus orígenes en el año 1401 con la fusión de los seis hospitales que había entonces en Barcelona. Así nació el Hospital de la Santa Creu. A finales del siglo XIX, debido al crecimiento de la ciudad y a los avances de la medicina, el Hospital se queda pequeño y se plantea la construcción de un nuevo edificio. Gracias al legado del banquero Pau Gil, el 15 de enero de 1902 se coloca la primera piedra del nuevo edificio. Al antiguo nombre de la Santa Creu se añade el de Sant Pau para respetar la voluntad de su benefactor. El arquitecto Lluís Domènech i Montaner fue el encargado del proyecto. Con los años este proyecto ha hecho del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau el edificio civil más relevante del modernismo catalán".

Hace un tiempo dedicamos aquí un post al nuevo Hospital de Sant Pau y ya nos referimos a esta larga historia. Mientras tanto, el edificio modernista ha sido en parte rehabilitado y temporalmente se ha abierto al público para que pueda ser admirada esta obra.

Cuando yo aún estaba estudiando en la Escola de Biblioteconomia i Documentació, hoy Facultat de Documentació, en el que fue el edificio medieval y más concretamente en el que había sido el pabellón de los leprosos, hice parte de mis prácticas de biblioteca especializada en la del Hospital de Sant Pau. Su directora, Carmen Larrucea, me ofreció a partir de ahí una beca para intentar reflotar la Biblioteca Cambó. Y allí pasé muchas tardes, por lo que recuerdo vivamente que era una de las dependencias más bellas -aunque es difícil establecerlo- de todo el Hospital. Está en el primer piso del Pabellón de Administración, que es el que tiene la puerta noble del recinto. Lado Ponent. Tiene dos alas y entonces había en una los libros de ciencias y en otra los de humanidades. No me sé la historia y por lo tanto no puedo decir si fue concebida como biblioteca. Lo que puedo decir es que es difícil olvidar aquellas bóvedas y arcos, aquellas cerámicas, el suelo, el olor de la madera, el azul de las vidrieras, tan llamativo.

En aquel hospital medieval donde estudié Biblioteconomía no quedaba ni rastro de la lepra, estoy segura. Pero pasábamos tantas horas allí y las paredes eran tan gruesas que al salir la luz del sol dañaba nuestros ojos como si saliéramos de la ultratumba. El hospital modernista tenía por el contrario tanta luz que para mí resultaba difícil no sumergirme en aquella claridad y en aquella belleza. Allí nació un ahijado, a finales de los años 70. El pabellón donde lo alumbraron mientras yo esperaba en una sala de espera que era como un cenador, tenía el techo en arco y totalmente cubierto con una cerámica de color azul turquesa que era absolutamente un sueño. Un sueño bonito por demás. Después hice mis prácticas en lo que fue la Biblioteca y antes había sido la Farmacia. Luego, como les digo, hice la beca en la Biblioteca Cambó. Al cabo de unos años operaron allí a una amiga de un cáncer de útero que evolucionó muy bien.

El Hospital nuevo tiene una entrada faraónica, que nos recuerda aquellos halls de los famosos no-lugares que refiere Marc Augé. Y sin embargo me pareció observar que el personal no disfrutaba de ese espacio diáfano o de otros, que hay enfermeros de turnos de 12 horas que trabajan sin luz natural toda la jornada. Por un decir.

Podríamos hablar horas sobre la evolución arquitectónica de los hospitales e incluso de la de las bibliotecas. Y de que la historia de las personas se entrevera en la historia de los edificios de tal manera que creo poder afirmar -si me permiten que les excuse de más explicaciones- que no haré nada por volver a ver la Biblioteca Cambó. Que es cierto lo que decía aquel hombre, que no hay que volver a los sitios donde uno fue feliz.

Se pueden ver más detalles de la bóveda aquí. Foto de Amadalvarez
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"L'Hospital de la Santa Creu i Sant Pau té els seus orígens l'any 1401 amb la fusió dels sis hospitals que hi havia aleshores a Barcelona. Així va néixer l'Hospital de la Santa Creu. A finals del segle XIX, degut al creixement de la ciutat i als avenços de la medicina, l'Hospital queda petit i es planteja la construcció d'un nou edifici.
Gràcies al llegat del banquer Pau Gil, el 15 de gener de 1902 es col.loca la primera pedra del nou edifici. A l'antic nom de la Santa Creu s'hi afegeix el de Sant Pau per respectar la voluntat del seu benefactor. L'arquitecte Lluís Domènech i Montaner va ser l'encarregat del projecte. Amb els anys aquest projecte ha fet de l’Hospital de la Santa Creu i Sant Pau l'edifici civil més rellevant del modernisme català."


Me comenta una compañera de mi Hospital que ha hecho la visita del espacio rehabilitado que podría ser que hubieran transformado el espacio que reproduzco arriba en un auditorio de doble altura. Es decir, las bovédas y los elementos arquitectónicos habrían quedado igual, a excepción del suelo. Y las estanterías han desaparecido. 

P.S. Me confirman (véanse los comentarios) que el espacio -tal y como yo lo conocí- fue muy alterado para adecuarlo a ser un auditorio o por la rehabilitación. Los libros y las estanterías ya no están. 

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4 comentarios:

M. Domínguez Senra dijo...

Me comenta una compañera de mi Hospital que ha hecho la visita del espacio rehabilitado que podría ser que hubieran transformado el espacio que reproduzco arriba en un auditorio de doble altura. Es decir, las bovédas y los elementos arquitectónicos habrían quedado igual, a excepción del suelo. Y las estanterías han desaparecido. Veré de confirmar esto.

Anónimo dijo...

Sí, Marta, efectivamente es así, el espacio que ocupaba la Biblioteca Cambó, ahora es un Auditorio que creo que le llaman Sala Domenech i Montaner. Lo más triste del caso es que la gran mayoria de libros que pasaron por tus manos, ahora duermen en contenedores, y si Dios no lo remedia, los humanos somos unos incapaces, serán pasto de insectos, hongos y otros bichos que harán un suculento festin.
Teresa Mas

M. Domínguez Senra dijo...

Gràcies, Teresa. Es convertirà en un pastitxe com el Gòtic!

Anónimo dijo...

Tengo que hacer una rectificación sobre mi aportación anterior. La semana pasada fui a visitar el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, y el Auditorio que ocupa las antiguas dependencies de la Biblioteca Cambó, se llama Sala Francesc Cambó. La Sala Domènech i Montaner es la antigua Sala de Actos del Hospital.

Afortunadamente el Archivo Histórico del Hospital ha vuelto con toda su documentación y los investigadores que lo necesiten pueden consultar los fondos, siempre con cita previa. Continúa, eso sí, la incertidumbre del destino final de la Biblioteca Cambó, tal y como os comentaba, sus libros están en contenedores.

Lo que me llamó la atención, es que los espacios que actualmente se han habilitado como auditorios, habían sido concebidos por el arquitecto Domènech i Montaner para la biblioteca y al archivo (actualmente Sala Gil) que tenia que albergar el Hospital, creo que con la idea de los valores de la època, de que el continente hiciera justicia al contenido, con una ubicación destacada y una ornamentación bellísima.

Teresa Mas