9/10/15

La palabra "online"

a palabra online es palabra inglesa, y todos debemos saber que el inglés no tiene una academia, como sí la hay para el francés y el español, que vele por el "recto" sentido de las palabras y sus formas. La labor lexicográfica pionera de los lingüistas españoles está justificada o al menos explicada porque se advirtió la necesidad de que en todo el Imperio se pudiera desarrollar a través de una única lengua la administración de la metrópoli y la evangelización. De ahí la frase tantas veces usada y abusada de Nebrija, "la lengua compañera del imperio" (prólogo a la Gramática de la lengua castellana, 1492). Los filólogos e historiadores brasileños suelen decir que no fue hasta que el Marqués de Pombal (1699-1782) reparó en lo impracticable que era administrar el Brasil con tantas lenguas, cuando se impuso el portugués. A los primeros conquistadores no se les había ocurrido al parecer tal cosa. Ese retraso, sea cual sea su significado histórico, suponía la imposibilidad de que la típica administración burocrática, centralista y regularizadora pudiera funcionar. 
Digresiones aparte, podríamos suponer que la palabra online en inglés adoptará el significado y la forma que sus hablantes decidan. Pero me permito señalar que hace unos 30 años los documentalistas la usábamos para referirnos a cuanto suponía un acceso telemático y instantáneo, nunca diferido. Nosotros interrogábamos una base de datos a través de una sintáxis muy precisa y rígida y un servidor nos devolvía resultados si la línea telefónica no fallaba. Usábamos el término online -o la traducción "en línea"- por contraste a "en diferido". Porque dado que las conexiones X25 y X28 fallaban, lo mejor y lo más económico -puesto que se pagaba al host por el tiempo de conexión y por el número de registros obtenidos)- era conectarse, formular la petición y en la orden indicar que los resultados se enviasen por correo postal.
Sea porque arrastro ese precedente, sea porque la distinción aún me parece vigente, yo sigo empleando la palabra online en el sentido de que estoy usando un servicio o un producto a través de internet y hay una situación viva, instantánea, directa, interactiva
Cuando uso el e-Learning a través de Moodle y otras plataformas, prefiero la expresión "digital" y no "online", porque a veces hay cursos-e que sí están en la red y a ellos nos conectamos por internet pero están grabados. Precisamente pienso que sería muy oportuno que los cursos y tutoriales, guías, libros-e en general, indicaran la fecha de su última actualización. He sufrido como muchas personas la impresión de encontrarme con alguna plataforma que ofrece un material de lectura o de consulta que no indica la última actualización y que en realidad, por decirlo de una forma directa, la está necesitando. A veces se nota porque los enlaces se han ido rompiendo, otras veces porque el contenido no ha variado en mucho tiempo o no se ha actualizado de forma sistemática y presenta incoherencias o contradicciones.
Los libros sobre papel contaban con la desventaja de que no se actualizaban, a no ser en posteriores ediciones. Eran soportes estáticos, incluso cuando incorporaron una especie de servicio post-venta en una página web. Los libros-e y el e-learning en general, debería jugar con la ventaja digital grandemente y nunca con la del prestigio adquirido por un medio que a veces solo en apariencia es dinámico.

(c) SafeCreative *1510095425705 2022: 2212192894925


7/10/15

La actualización de las citas de Scopus de 1970-1996

El 27 de marzo de 2014 el blog de Scopus anunció el proyecto de expandir el análisis de las citas al periodo anterior a 1996. El pasado 23 de octubre de 2014 anunció que a partir del 1 de noviembre el índice h se actualizaría desde 1970.
En efecto he podido encontrar registros de artículos publicados en esos años que ciertamente se han actualizado y muestran el número de citaciones. Amplío la tabla que publiqué en octubre del año pasado sobre mi centro de trabajo con los datos de hoy:

Datos procedentes de Scopus

Se observa que:
1) La mayoría de los autores han aumentado su número total de publicaciones representadas en Scopus, con la excepción de dos autores, que probablemente estuvieron mal asignados o asimilados a un nombre que no era el propio.
2) Los autores que han experimentado un notable aumento de su producción bibliográfica no por ello han visto aumentar su índice h, probablemente porque mantienen el número de citaciones obtenidas. Aunque cuentan con más artículos, que por otra parte aún no han podido generar muchas citaciones, y aunque se hayan incorporado las citaciones anteriores a 1996, su índice h se mantiene como no podía ser de otra manera.
Por decirlo pues ligeramente la labor de actualización de Scopus, con proporcionar más datos, no ha supuesto un efecto espectacular en el índice h, Solo puede decirse que es más matizado y más documentado.

(c) SafeCreative *1510075403754 2022: 2212192894925