15/12/12

Cómo hacer una guía fácil (1)


ace un tiempo, el año 2008, me encontré en una revista de Medicina española el diagrama que muestro a continuación, el cual pretendía representar las relaciones entre los grupos de una red de investigación. El esquema iba acompañado por el correspondiente pie de figura donde venía la leyenda para cada sigla. Digo que se pretendían representar esas relaciones de cooperación pero habría que matizar el planteamiento, puesto que seguramente el objetivo del diagrama no era exactamente ese. Si se hubiera querido representar el entramado de las cooperaciones o su rendimiento, se hubiera elegido otro tipo de gráfico. Y sobre todo se hubiera buscado una representación que de un golpe de vista ya permitiera extraer conclusiones, o tendencias.  De manera que hay que pensar que probablemente lo que expresa el diagrama o lo que trasmite es la complejidad de unos elementos que entre sí no están organizados más que de alguna forma que ignoramos y que no obedece a un sistema. También la confusión suele ser un camuflaje, una forma de enmascarar la inoperancia de algún elemento o de resaltar lo que en realidad no tiene mucho peso pero que al mostrarse enredado (que no en red) disuade de un análisis más cercano.




Fig. 1: ¿Complejidad o confusión?

La representación del conocimiento y la infografía ha producido diagramas y esquemas sinópticos y a veces hipnóticos en donde lo primero que resulta realzado es que hay una organización de los elementos. Se supone que hay un primer golpe de vista de por sí fructífero, pero en realidad atrapa la atención para llevarla a una lectura de cada elemento y solo después de haber ido al detalle es cuando se puede apreciar la totalidad.  Ocurriría en cierta manera como con "Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista" (Salvador Dalí, 1934-1935), obra que cobra su sentido o el sentido principal cuando se advierte en su totalidad y no linealmente.
El infograma de Information is beautiful que  también incorporamos muestra, por contraste con el otro infograma fallido, una organización posible de lo representado. No tiene por qué ser una representación tipo jardín francés, simétrica y con arte toparia, sino que en Information is beautiful nos podemos encontrar diagramas donde predominan recursos del diseño que llevan el típico gráfico de la columna apilada 3D o el de área a extremos de máxima rentabilidad iconográfica, al mismo tiempo que incorporan en su máxima expresión el color, la significación del espacio y toda la artillería de tablas y figuras. Observemos que en estos infogramas no siempre aparece la animación ni nada que se le parezca, y eso a pesar de lo tentador que puede resultar en un entorno tecnológico donde casi todo es factible.
La animación, de hecho, es algo que cuando nos lo encontramos en medios como la prensa digital, suele ser no ya un engorro, sino un estorbo o directamente un incordio, algo que interfiere y que como además suele asociarse a la publicidad acaba por ser evitado en lo posible. Un exceso de elementos animados y de colorines, así como de tipos de fuentes, puede ser de gran lucimiento de los recursos tecnológicos, pero desde el punto de vista de su atractivo y de la legibilidad, deben ser usados homeopáticamente, esto es, poquísimo. Nos acordamos de los principios de correo-e en Windows, cuando muchas personas se sentían invitadas a incorporar la carta de colores y fondos con ángeles, rosas incandescentes o cacahuetes bailarines.
La confusión de recursos tecnológicos tiene que ver con una formación informática sin una buena base cultural o del tema en que se trabaja al menos. Y muchas veces, tal y como intentamos decir, encontramos en internet plataformas donde hay un despliegue de medios apabullante -volviendo al primer diagrama- pero que acumula demasiados estímulos y no favorece la lectura. Cuando las páginas son interactivas y exigen la participación del lector, es muy frecuente que no se cuente con su agudeza visual o que se le obligue a manejar el ratón con una pericia y un empeño que solo pueden mantener las personas que tienen el hombro nuevo. Pantallas con una letra minúscula, abigarrada, conviven con pantallas sobreestimulantes que parecen un pinball o una play station para matar zombies.
Las recomendaciones que se encuentran en internet sobre cómo hacer una guía para usuarios suelen proceder de la anglofonía. Las que hay en español en realidad explican como manejar PowerPoint o Prezi, su alternativa psicodélica para las presentaciones orales. Algunas de esas guías sobre PowerPoint están en vídeo, cosa que nos sirve como introducción al tema de la profusión de medios y su permeabilidad y que es muy típica de la web 2.0. Se dirá que una guía de PowerPoint no tiene porqué hacerse en PowerPoint, de la misma manera -si se me permite la comparación- que nuestro manual de la cámara fotográfica está en un CD-ROM y la plancha lleva una pequeña guía de mano en varios idiomas en papel desplegable. Tal vez en un futuro la plancha nos hablará o simplemente ya habremos dejado de tener que planchar.
Del mundo anglosajón es tal vez desde donde nos vinieron los primeros tutoriales, de la misma manera que ellos nos aportaron las checklists  y otros formatos documentales con los que convivimos hoy en día como si toda la vida hubieran estado entre nosotros.  Y verdaderamente lo que más abunda en internet sobre guías de usuarios está en inglés. Son los How to...  Sobre las principales recomendaciones de esas guías es sobre lo que versará la segunda parte de este post.


Infografía de Information is beautiful (Left vs. right world)


"Cómo hacer una guía fácil (1)" está registrado en SafeCreative *1212154200413

Post registrado en SafeCreative 2212192894925

No hay comentarios: