6/2/16

Impact factors buenos, impact factors malos

"Je ris de l'Art, je ris de l'Homme aussi, des chants,
Des vers, des temples grecs et des tours en spirales
Qu'étirent dans le ciel vide les cathédrales,
et je vois du même oeil les bons et les méchants."
Paul Verlaine, L'angoisse

e forma habitual se nos previene contra los abusos del impact factor y del índice h, instrumentos bibliométricos que por abuso o mal uso pueden ver desvirtuado su valor, que lo tiene. Y ese valor cuando se advierte no es ante un proceso competitivo de aspirantes a un puesto académico, no. Tampoco es cuando tenemos que analizar y defender la productividad científica de una institución. O cuando tenemos que decidirnos, por decir algo más, por la suscripción a una revista en vez de por otra. El valor del impact factor es incuestionable en oposición o en contraste con un impact factor espurio, adulterado, ficticio, falso o fraudulento.
Hacía tiempo que no traíamos aquí un caso de fake, delito o crimen bibliográfico. El caso de hoy se refiere a una revista que ostenta en su página web un "impact factor" engañoso. Se trata de una publicación llamada Journal of Clinical and Molecular Medicine, la cual se ofrece en acceso abierto y gracias a eso aparece en PubMed Central "rascando" apenas 62 artículos si hacemos una búsqueda por el título. La revista no se encuentra en Scopus ni tampoco se encuentra en el Journal of Citation Reports (JCR) de la Web of Science, que desde hace años analiza toda la producción científica y su impacto a través de diversas herramientas siempre comprobables.
Fig. 1 - "Journal metrics" que muestra el Journal of Hand Surgery

Es cierto que muchas revistas tienen en sus páginas principales digitales su métrica. Accedemos por ejemplo al Journal of Hand Surgery, de Science Direct, y nos muestra en una sección "Journal Metrics" (Fig. 1) el factor de impacto conquistado el año del último JCR, correspondiente a 2014. El factor de impacto que muestra la revista de nuestro caso, el Journal of Clinical and Molecular Medicine, es de producción propia -vamos a decirlo así- y para el autor médico que tiene prisa y/o tiene buena fe es indistinguible del que calcula la firma Thomson Reuter para la Web of Science. Aparentemente la cifra que ostentan, de un "factor de impacto" de 1.2, es una cifra que tendría el valor que pregona, pero resulta que esa cifra es la calculada -vamos a decirlo así- por OMICS ONLINE para sus revistas de acceso abierto, en un remedo del producto original.
Me informo de que la revista en cuestión pide a  autores eminentes una colaboración, aunque cuando se llega a un punto del proceso editorial se les exige que paguen 500 dólares para proceder a la publicación del original.  Lo llamativo de que esta publicación exija un pago, a pesar de ser de acceso abierto, es que normalmente los autores invitados no suelen contribuir con nada que no sea su propia colaboración, aparte de que ésta acostumbra a ser incluso gratificada con una remuneración.
Como creemos que esta práctica no es rara, especialmente por el creciente imperativo de publicar o morir, hay que prevenir a los autores. 
Al frente de la revista en cuestión aparece un editorial board en sus cabujones tan rococós como infranqueables. El negocio, porque es un negocio, se beneficia de la buena fe de sus víctimas, que apenas pueden dar crédito a lo que al final es la evidencia de algo que -vamos a decirlo así- resulta una estafa. Porque publican previo pago un artículo que alcanzará una difusión casi nula y que por lo tanto no será citado.
Naturalmente las víctimas siempre tienden a creerse culpables puesto que de alguna manera han aceptado el trato, y así se cierra el círculo. Pero lo que hay que pensar es que: 1) Solo hay que confiar en las fuentes garantizadas (en este caso, para el impact factor, sobre todo en el Journal Citation Reports); 2) En que las prisas no son buenas y vale la pena examinar a fondo un número de la revista donde queremos confiar un original (qué autores publican, donde se ha indexado, cuando).
En el caso que nos ocupa en el Editorial Board aparecen muchos nombres que parecen asiáticos, aunque los lugares de trabajo de sus miembros son supuestamente de diferentes partes del mundo. Según la National Library of Medicine, la revista se empezó publicando en Oxford (Reino Unido) pero ahora se publica (virtualmente) en Los Ángeles. Aunque el potencial demográfico y médico de China nos ha hecho presenciar en los últimos años su notable y valiosa presencia en las publicaciones científicas, esa constatación no justifica que la revista tenga una participación tan llamativa de chinos. Cuando hablamos de impact factors, enlaces engañosos y dólares no hablamos con el temor y la tierna atención que nos inspira hablar de personas, así que preferimos afirmar que muchos de ellos son a su vez víctimas de un timo de consistencia piramidal o de su vanidad. Algunos de ellos en su propia "hoja de servicios" de las webs de las instituciones para las que trabajan no mencionan su relación con el Journal of Molecular and Genetic Medicine. 
En términos policiacos -aprovechando el tirón de la moda- sabemos que las "víctimas" tienen una parte de complicidad en el "crimen perfecto" (o delito), que hay una parte de autoengaño y que en todos los órdenes de la vida social tendemos a creer lo que nos favorece.
Remito a los interesados en el JCR a una información de la Biblioteca de la Universidad de Murcia donde se reúnen los principales enlaces para moverse en el terreno de los impact factors buenos.


Capturas de pantalla procedentes de la página principal del Journal of Molecular and Genetics Medicine

Diploma de membresía del Journal of Molecular and Genetic Medicine

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Actualización del 7 de febrero de 2017:
En la Lista de Beall (bibliotecario de la Universidad de Colorado Denver) que hoy he podido consultar e incrusto vemos la lista de las revistas académicas cuestionadas por este bibliotecario por ser supuestamente depredadoras. Aunque Beall se retractó y su publicación del blog Scholarly Open Acces aparece vacía, hoy es posible hallarla en internet. Podemos encontrar la lista de las revistas cuestionadas aquí: https://archive.fo/9MAAD#selection-283.0-15043.28 y la lista de los editores (publishers) cuestionados aquí: https://archive.fo/6EByy. La lista de editores se actualizó el 31 de diciembre pasado y la de revistas el pasado 9 de enero.

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